USO ALTERNATIVO A LAS COLILLAS DE CIGARRO
- encuentrodigital
- 29 may 2018
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Leopoldo Benítez, egresado de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM asegura que de las colillas de cigarro es posible obtener celulosa para poder elaborar papel, ya que por cada tonelada procesada de las colillas se podría evitar la tala de 14 árboles.
Este ambicioso proyecto consiste en deteriorar las colillas utilizando hongos basidiomicetos, a los que sometió a condiciones controladas de crecimiento dentro de frascos junto con las colillas humedecidas. El resultado fue el crecimiento de los basidiomicetos, lo cual indicaba que se estaban alimentando de las colillas, las cuales se estaban convirtiendo de biomasa del hongo.
Este proyecto nació ya que Leopoldo se percató de la cantidad de colillas que se encontraban en todos lados- jardines, playas, pasillos, calles, etc.- y se planteó la manera de reutilizar dicho residuo en su tésis de licenciatura en Biología. Su teoría era que si se cambiaba el material del cual están hechos, además de que no tardarían 12 años en degradarse, no dañaría a la salud y a los ecosistemas.
Por lo que comenzó con la tarea de degradar estos desechos y tras encontrar el microrganismo adecuado y lograr convertir el 25% en composta, quiso aprovechar el 75% restante y de ahí nació la idea de convertirlo en papel.
Trituran y muelen las colillas con agua (un mililitro por colilla) y se obtiene algo similar a la pulpa de celulosa, a la semana, recolectan 15 kilogramos e colillas recolectadas en calles, bares restaurantes, etc.
Una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua, porque está diseñada para retener sustancias tóxicas potencialmente cancerígenas, como el alquitrán, resaltó Leopoldo Benítez.
En México se desechan 50 mil millones de colillas al año, y en el mundo seis billones, sin disposición final.
El país no tiene la capacidad de producir grandes cantidades de pulpa de celulosa, por lo que tiene que comprarla, principalmente a Estados Unidos, así que el proyecto de Benítez resulta una idea innovadora con aplicaciones ecológicas.
Por el momento, el universitario sólo elabora pulpa de celulosa, aunque el material procesado también tiene propiedades térmicas y aislantes. Está en fase de emprendedor y su objetivo es reproducir su idea, que ya está estandarizada a nivel industrial.
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